Anís

Las semillas de anís se usan desde hace mucho tiempo para elaborar repostería, panadería y licores tanto por sus propiedades estomacales como por su inconfundible sabor.

El sabor de las semillas de anís es dulzón, suave, similar al del regaliz, y su aroma es persistente en boca.

Se emplea en confitería y en destilería pero también para dar sabor a zumos o proporcionar, en infusión o licor, el aroma preciso para torrijas, pestiños o crema de batata.

Utilízalo para dar sabor a almíbares, buñuelos o frutas, masas de pan, rosquillas, o dulces de caramelo y bizcochos. Sorpréndete con el aroma que deja a pescados como el salmón. Descubre el toque distinto que proporciona al marisco.

Combina perfectamente con cualquier preparado azucarado, frutos secos o frescos, menta, canela o pasas.

Consejo para sacarle el máximo provecho al anís:

Mantenlas en su frasco bien cerrado y lejos del calor para que no se vuelvan de color marrón y pierdan sus principios activos.